9 cuentos infantiles para que tu hijo aprenda a cepillarse los dientes

La literatura infantil es un baúl lleno de inesperadas sorpresas. Tenemos libros y cuentos para niños sobre (casi) todo. La higiene dental, como imaginarás, no es una excepción. ¡Ah! ¿Qué en casa tenéis problema para instaurar esa rutina de lavarse los dientes tres veces al día? ¿Vuestro hijo no quiere?

Desde Clínica Dental Fray Luis de León somos especialistas en odontopediatría en León, por eso os proponemos que utilicéis libros como un medio eficaz para que, mediante una explicación creativa, los más peques comprendan cuál es la importancia de cepillarse correctamente (no solo tres veces al día, sino al menos durante 2-3 minutos y abarcando cada zona de la boca).

Aquí van algunas recomendaciones. Eso sí, hay más. Si tú ya has utilizado alguno y con excelentes resultados, no dudes en compartir en los comentarios :)

De 1 a 3 años

Cómo enseñar a tu cocodrilo a lavarse los dientes
Nuestros hijos, muchas veces, son como Coco. Este cocodrilo travieso no tiene muchas ganas de lavarse los dientes, pero, al final, Lola consigue no solo que se los lave, sino que, además, el momento de la higiene bucal sea, para él, un juego.

¡Ya me lavo los dientes!
Especialmente pensado para bebés (es de cartón e incluso tiene un asa), esta breve historia forma parte de una colección llamada ‘Pasito a pasito me hago grandecito’ que busca la adquisición de hábitos saludables entre los más pequeños.

¡A cepillarse los dientes!
A medio camino entre el libro y el juego, se trata de un kit para niños mayores de un año que incluye, además de un pequeño cuento, un cepillo con el que los más pequeños aprenden a cepillarse los dientes como los animales.

Para más de 3 años

¡A limpiarse!  
Este libro puede resultar muy eficaz porque, además, incluye unos adhesivos, una tabla semanal y una medalla de campeones. Junto al cuento, otra estrategia que funciona es utilizar el sistema de tabla de méritos y recompensas que se recomienda no solo para este caso, sino para el aprendizaje de hábitos de cualquier tipo entre los niños y niñas.

¡Puedo cepillarme los dientes!
Este libro con la doctora Juguetes y Bronty, el dinosaurio, como protagonistas tiene, además, sorpresas que no dejan indiferentes a los niños y se acompaña de una canción. Las canciones y el juego también son muy útiles para la adquisición de hábitos a esta edad… ¿qué mejor que aprender de forma natural, jugando y cantando?

Aprende a… ¡lavarte los dientes! 
¿Por qué no utilizar, además del libro, una maqueta para aprender bien cómo cepillarse? Eso nos lo ofrece este libro que la incluye para poder practicar y además introduce conceptos como el correcto nombre de cada diente.

Para más de 6 años

El diente que se creía muy fuerte  
Bud, así se llama el protagonista. Se trata de un diente que se cree invencible. Se creía taaaan fuerte que no se cuidaba y claro, un día se enfermó. ¿Qué más creéis que pasó?

¡Cepíllate el pico, Perico! 
Aquí, quien tiene un problema serio es el pollo Perico. Cuando trata de piar se nota que algo no anda bien ahí dentro y… ¡efectivamente! Tiene una caries… le toca correr al dentista o, mejor dicho, en el mundo de los pollos, al “piquista”.

¿Por qué debo lavarme los dientes?
Este libro está pensado para niños que ya saben o que se inician en el hábito de la lectura. Más allá de incentivar al hábito de lavarse los dientes, se explica con más detalle los porqués y, además, se detiene en el ‘paso a paso’ de un correcto cepillado, entre otras cuestiones.

Estos son solo algunos ejemplos, pero hay más. Muchos también están en versión Kindle. Cualquiera que escojas servirá, sin duda, para apoyarte en esa tarea de lograr que tus hijos adquieran la rutina de lavarse bien los dientes.

¡Y recuerda! En Clínica Dental Fray Luis de León estamos a tu disposición siempre, también para revisar cómo está la sonrisa de los más pequeños. Pide tu cita y, si quieres, aquí tienes algunos consejos para preparar su primera visita al dentista. No olvides que los dientes deben cuidarse desde los primeros años de vida.

Imagen: Tima Miroshnichenko