¿Cuándo se afianzan los hábitos de higiene bucal?

¿Tienes hijos o hijas adolescentes? Si la respuesta es afirmativa y, además, estás preocupada por su salud bucodental, desde Clínica Fray Luis de León te damos unas  prácticas pautas para reforzar sus buenos hábitos.

Seguro que lo compruebas en el día a día. Como jóvenes que son, tus hijos están sufriendo cambios a nivel físico y psicológico. Es una etapa donde la mayoría experimenta y prueba cosas nuevas. Tabaco, alcohol, bebidas azucaradas, exceso de dulces… Eso es lo más ‘normal’.

También hay quienes, fruto de la rebeldía típica de esta época, se ponen piercings. En los casos más extremos (y esto son palabras mayores) aparecen enfermedades como la anorexia o la bulimia que afectan de forma muy directa a la dentadura. 

Recomendaciones y consejos

Lo primero es insistir en una correcta higiene bucal. Esa es la base, como en cualquier otra etapa vital. Sin embargo, en el caso de la adolescencia ese consejo tiene que ir precedido de otro mucho más importante: la comunicación. Evitar que esos malos hábitos antes mencionados se prolonguen en el tiempo está en nuestra mano. 

Explicar a los jóvenes que, por ejemplo, un piercing en la lengua puede astillar sus dientes, provocar sangrado de encías e incluso inflamar gravemente su lengua. También que el tabaco, además de amarillear los dientes, aumenta el riesgo de caries, disminuye la saliva y provoca mal aliento. O que alimentarse bien y ser estrictos con los tres cepillados diarios evitará gingivitis, hipersensibilidad y otras tantas molestias bucales. 

Considerando que los adolescentes empiezan a pasar bastante tiempo fuera de casa, ya sea en el instituto, otras actividades o simplemente relacionándose con amigos, es importante que se acostumbren a llevar un kit de higiene dental o, en su defecto, chicles sin azúcar para masticar después de alguna comida. Aunque no sustituye a un buen cepillado, el chicle ayuda a la higiene. 

Ni qué decir que tanto el hilo dental como el uso de colutorio también debe incentivarse, así como acostumbrarse a utilizar un protector bucal mientras se practican deportes de contacto. Es una forma de evitar lesiones imprevistas. Beber bastante agua durante el día para expulsar restos de comida y bacterias, es otro buen consejo. 

El truco para los padres

A menudo el mayor enemigo de la higiene bucal es la pereza. Y muchos jóvenes sienten eso: pereza. ¿Cómo combatirla como padres y madres? La clave es que los adolescentes perciban que ser meticuloso y constante con el cuidado de su dentadura repercute directamente en su imagen, algo que a la mayoría le preocupa. 

Psicológicamente, verse bien y recibir la aceptación del grupo les importa. Así que cuidar de sus dientes para tener una bonita sonrisa será la excusa perfecta para que adquieran hábitos correctos de higiene o, si ya los tenían desde la niñez, no los abandonen. 

Más información

Si necesitas más datos, consejos o recomendaciones respecto a este u otros temas relativos al cuidado de tu boca, no olvides que en Clínica Fray Luis de León estamos a tu servicio. 

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