Más que manzanas: alimentos para una buena salud bucal

Una correcta alimentación, como sabes, es indispensable para una buena salud. De hecho, en los últimos años tenemos mayor conciencia sobre ello. Pero, ¿esto se puede extrapolar a la salud de la boca? Por supuesto que sí. No debemos olvidar que nuestros dientes y encías son la puerta de entrada al resto del organismo. 

Seguro que ya sabes, porque nos lo enseñan desde el colegio, cuáles son los alimentos que, como dicen los niños, ‘ponen negros los dientes’, ¿verdad? Con el azúcar en lo más alto del pódium, cualquier alimento que lo contenga en grandes cantidades está en ‘la lista negra’. Ahora bien, ¿hay una ‘lista blanca’? Sí, la hay, y desde Clínica Fray Luis de León te la explicamos.

Como primer punto tienes que saber que la generación de saliva está, directamente, relacionado con una menor proliferación de bacterias. Es decir, a más cantidad de saliva menos probabilidad de bacterias e infecciones. Esto quiere decir que el consumo de aquellos alimentos que propicien, directa o indirectamente, la salivación será bueno para nuestra boca. 

Té verde

En esa línea debemos incluir como productos estrella el agua y el té. El primero por razones obvias: el agua hidrata todo el cuerpo, también nuestra boca… y nos hace producir saliva. El segundo, además de su contenido en agua, también contiene flúor (que contribuye a una mayor limpieza) y propiedades antioxidantes.

¿Sabías que el té verde es genial para evitar el sarro? Quizás pienses que el té mancha los dientes con el tiempo. Algo cierto, sí, pero eso se contrarresta con un constante cepillado. Es decir, consumir té, a medio y largo plazo, compensa a nuestra salud bucal. 

Lácteos

Ahora pasemos del líquido al sólido. Ahí podemos hacer al menos tres o cuatro grandes grupos. Los dos más importantes son los lácteos (por su alto contenido en calcio que, al igual que ocurre con los huesos, ayuda a fortalecer el esmalte dental evitando roturas y desgastes) y las frutas y verduras, en especial las de hoja verde. 

El consumo de leche, quesos y yogures (sin azúcar, por supuesto) sentará genial a nuestra boca. Igualmente, debemos incorporar diariamente a nuestra dieta frutas como la manzana, la pera, la uva o la sandía, hortalizas como la zanahoria y verduras como la espinaca. 

Manzana

¿Sabes por qué se cree que masticar manzana (también se dice de la zanahoria) puede equivaler a un cepillado dental? Porque cuando la masticamos logramos remover la placa de los dientes, se eliminan los restos de comida adheridos entre los dientes y se estimula la salivación de la que hablábamos al inicio. De todos modos, aunque nadie niega que la manzana es buena para nuestros dientes, lo de que reemplaza al cepillado es un mito. Nada, ni siquiera masticar manzana, puede sustituir el lavado de dientes tres veces al día. 

Pescado

Aún hay más. El pescado, en sus múltiples variedades, pero con especial énfasis en los pescados azules, representa otro grupo a destacar. Uno de los más recomendados, por sus propiedades nutricionales es el salmón. Del mismo modo los cereales, por su alto contenido en fibra, son muy recomendables también, así como la carne que, como deberemos masticarla bastantes veces, activa y propicia una mayor salivación. 

Ahora bien, ¿has visto que todos los alimentos mencionados forman parte, realmente, de una dieta saludable y equilibrada? No se trata, por tanto, de ‘atiborrarnos’ a manzanas, sandía, yogures o zanahoria. Se trata de comer con sentido lógico y, de la mano, ser muy constantes en una correcta higiene bucal. 

Si tienes alguna duda, nuestro equipo estará encantado de resolverla. Recuerda que estamos muy cerca de ti, en la calle Fray Luis de León 12. 

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