¿Para qué sirve el irrigador dental?

¿Llevas brackets, implantes o coronas? ¿O quizás eres propenso a tener caries o inflamación de encías? Si la respuesta a cualquiera de estas dos preguntas es afirmativa, deberías valorar la incorporación de un irrigador dental en tu higiene bucal diaria. Desde Clínica Dental Fray Luis de León te explicamos por qué. 

El irrigador dental (o bucal, como también se le llama) es una herramienta extra para mejorar la salud de tu boca. Se trata de un aparato que expulsa agua a presión sobre los dientes y permite extraer los restos de comida y eliminar el sarro en aquellas zonas donde el cepillado común no llega. 

Como sabes, la prevención es el mejor tratamiento dental. En esa línea, el irrigador dental contribuye a evitar enfermedades y patologías que provienen de una deficiente higiene bucal. 

Paso a paso: cómo usar el irrigador

Primero hay que tener claro que el irrigador dental no reemplaza al cepillado, al hilo o al enjuague o colutorio. Por eso, debe utilizarse después de haber realizado la rutina habitual de higiene. 

Se aconseja, generalmente, usar el irrigador una vez al día tras el cepillado nocturno, pero, si finalmente te animas a incorporarlo en tu higiene diaria, lo mejor es que consultes la frecuencia de uso con tu odontólogo. 

Estos son los pasos a seguir: 

1. Elección de la boquilla: muchos irrigadores traen varias y deberás elegir la más adecuada para tu caso en función de si, por ejemplo, llevas brackets, puentes, implantes, etc. 
2. Presión del agua: deberás regularla de menos a más. Se aconseja iniciar de forma suave e ir dando mayor presión, pero sin llegar a hacer daño, pues se pueden afectar las encías. 
3. Limpia diente por diente, tanto la cara externa como interna: deberás ir siguiendo la línea de la encía y los espacios entre dientes, manteniendo el irrigador unos 2-3 segundos en cada pieza. 
4. Vacía el depósito: limpia el irrigador internamente cada vez que lo uses o con mucha frecuencia y así evitarás la proliferación de bacterias. 

Más datos sobre el irrigador

Si finalmente te animas a incluir el irrigador en tu rutina diaria y comienzas a buscar, verás que hay muchos modelos. Desde portátiles hasta otros que tienen varias boquillas que se venden junto a un cepillo dental específico o que se conectan al grifo. Como es lógico, esto significa que también hay precios diversos. Te recomendamos valorar o pedir consejo a tu dentista sobre cuál es el más apropiado en tu caso. 

Y recuerda: para esta y otras asesorías en Clínica Fray Luis de León siempre estamos atentos a tus dudas o consultas. Solo tienes que llamarnos. 

¡Te esperamos!