¿Sabes cómo cepillar los dientes de tu bebé?
: 09-06-2023 : 0 Comentarios
La higiene bucodental es importante desde los primeros meses de vida. Desde Clínica Dental Fray Luis de León te explicamos por qué y cómo dar los primeros pasos para cuidar la boca de los más pequeños de la casa. ¡No te lo pierdas!
Cuando eres madre o padre, especialmente si se trata de tu primer hijo/a, son muchas las dudas que pueden surgir. Entre ellas, las relativas a la higiene bucodental del bebé. ¿Desde cuándo hay que prestarle atención? ¿Hay que cepillar los primeros dientes de leche? ¿Debo usar cepillo y pasta o hay otros métodos? Desde Clínica Dental Fray Luis de León resolvemos todas tus dudas.
Aunque el bebé aún no puede colaborar y no es plenamente consciente de lo que se está haciendo, la rutina del lavado debe iniciarse con la erupción de los primeros dientes de leche, que suele producirse alrededor de los seis meses de edad. Incluso se puede comenzar antes, pues hay especialistas que recomiendan frotar desde los primeros meses las encías con una gasa limpia humedecida o un cepillo de dedo elaborado a base de silicona médica.
En cualquier caso, si ya hay dientes, se debe comenzar, a pesar de la falsa creencia de que los dientes de leche no se lavan. Como decimos, es una falsa creencia, pues los bebés también pueden sufrir caries, inflamaciones u otras enfermedades bacterianas. Cuanto más se asemeja su alimentación a la de los adultos, más riesgos existen en caso de no realizar rutinas correctas de cepillado.
Claves para elegir el cepillo adecuado
Como en los adultos, recomendamos elegir un tipo de cepillo acorde con la realidad bucodental de quien lo va a usar, en este caso un bebé de corta edad. Por eso, hay varias cuestiones a tener en cuenta. No olvides, además, que habrá que cambiar de cepillo cuando las cerdas estén desgastadas y separadas ya que no cumplirán su función, lo que sucede aproximadamente cada 3 meses.
- Ligero, corto y con mango grueso: para que el bebé pueda agarrarlo en cuanto tenga la capacidad de hacerlo por sí mismo. Si finaliza en forma de asidero para que meta sus deditos, mucho mejor.
- Cerdas de nylon, que son las más adecuadas por ser más suaves.
- Cabezal pequeño y redondo, para evitar golpes en la cavidad bucal.
- Producto no tóxico.
- Diseño atractivo: el color y los dibujos que representan también son importantes, pues esto genera atracción por parte del bebé quien gracias a este y otros motivos puede entender la rutina del lavado como algo interesante y divertido.
- Forma anatómica y según la edad: no olvides fijarte en el embalaje, indica la edad recomendada en cada caso.
¿Y sobre la pasta?
Una de las claves es que los niños más pequeños entiendan que hay que utilizar poca pasta, que con una mínima cantidad es suficiente. Además, aconsejamos prestar atención a la concentración de flúor indicada en los envases. Lo recomendable es que los menores de dos años usen una pasta con 1.000 ppm de flúor y de 2 a 6 años se use otra con 1.000-1.450 ppm de flúor.
Trucos para limpiar los dientes del bebé
Como hemos comentado, en los primeros dientes se pueden frotar las encías, pero después, cuando hay dientes de leche y aproximadamente hasta los dos años, deberás ser tú mismo quien coja el cepillo y elimine los restos de comida de sus dientes.
- ¿Cómo colocarte? Detrás del bebé e inclinando un poco su cabeza. Así abrirá más la boca y será más fácil. A veces también se recomienda cepillar los dientes con el bebé sentado en su trona y/o hamaca.
- ¿En qué orden? Mejor empieza por las muelas de la parte trasera y avanza hacia adelante. Para la parte exterior se recomienda una inclinación aproximada de 45º.
- No olvides ninguna pieza y haz movimientos suaves.
- Como recomendación, intenta a través de alguna canción o cuento que el bebé relacione el momento del cepillado (al menos dos veces al día, mañana y noche) con un momento de juego y conexión.
A partir de los dos o tres años el bebé ya puede cepillarse solo, pero siempre con la supervisión de un adulto. No será hasta los 5-6 el momento de ‘dejarlos volar’ y confiar en que ya saben cepillarse los dientes bien por sí mismos.
Como ves, será un proceso largo pero que, con una buena dosis de constancia, merecerá la pena porque lograremos que el bebé integre la rutina del cepillado dental en el día a día con total naturalidad.
¿Más dudas?
Por experiencia sabemos que este asunto puede plantearte más interrogantes. Si es así, recuerda que en Clínica Fray Luis de León contamos con profesionales especializados en tratar a los ‘peques’ de la casa.
¡Consúltanos sin compromiso!