Sensibilidad dental infantil ¿A ti te duele? ¡Imagínate a ellos!
: 19-09-2022 : 0 ComentariosHoy hablamos sobre algo tan común que posiblemente tú también hayas sentido, ese dolor agudo en los dientes cuando, por ejemplo, mordemos un helado de hielo. Así nos lo explicáis cuando acudís a vuestra revisión en Clínica Dental Fray Luis de León.
Son apenas unos segundos, pero es una sensación que a tu boca no se le olvida, ¿verdad? Hablamos de la sensibilidad dental, que no solo aparece ante alimentos muy fríos, sino que también está asociada a bebidas o comidas muy calientes o demasiado dulces o ácidas.
Ahora que ya identificas de qué hablamos, pensemos en los más pequeños. Nos vamos a centrar en cómo abordar, desde la perspectiva de los padres, la sensibilidad dental en nuestros hijos. Y recuerda, Clínica Dental Fray Luis de León es el mejor aliado de tu familia porque estamos especializados en odontopediatría.
¿Cómo explicarle a tu hijo qué es eso que siente?
La sensibilidad dental (tanto en niños como en adultos) aparece generalmente por dos motivos. El primero, por el desgaste del esmalte. Ocurre que, cuando el esmalte va desapareciendo o dañándose, deja ‘a la intemperie’ la dentina, que no es más que miles de tubos microscópicos que conectan directamente con los nervios de las encías. La falta de esmalte hace que, ante estímulos fríos o calientes (también dulces y/o ácidos, como ya dijimos), esa conexión directa al nervio se active y… ¡Ay! ¡Qué dolor!
El segundo motivo más común son las encías retraídas o gingivitis que se da cuando se debilita el tejido que compone las encías, haciéndolas cada vez más pequeñas (de ahí lo de ‘retraídas’) y exponiendo la raíz del diente. La gingivitis es un tema amplio que nos encantará abordar en este blog en algún otro momento.
Causas de la sensibilidad dental en los más pequeños
La aparición de sensibilidad dental en los niños puede tener varios orígenes. Desde una inadecuada higiene bucal (por eso hay que enseñar desde muy pequeños una correcta técnica de cepillado, así como utilizar una pasta dental que no resulte abrasivo con el esmalte de los dientes) hasta el consumo excesivo de alimentos ácidos y/o con gas que resultan, con rapidez, muy dañinos para la boca porque erosionan los dientes.
Pero hay más. La sensibilidad dental también está ligada directamente al bruxismo, que no es más que el hábito de apretar los dientes de forma inconsciente que desgasta la parte superior del diente. Muchos niños y niñas lo hacen, ¿te has fijado?
Algo sorprendente es que se ha demostrado que otros problemas médicos aparentemente ajenos a la boca, como la sinusitis, también afecta a la sensibilidad dental. Luego están las caries, uno de los problemas más comunes en niños (insistimos, deben aprender lo antes posible a cepillarse correctamente los dientes); los dientes agrietados que algunos pequeños lucen tras un golpe y que hace, de nuevo, que se expongan esos tubos dentinarios que conectan con el nervio; e incluso la aparición de los dientes definitivos, un momento que de por sí ya causa dolor en el niño y que, además, trae de la mano molestias de sensibilidad dental.
Cómo actuar ante el más mínimo síntoma de dolor dental de mi hijo
Insistimos. Aunque el dolor que causa la sensibilidad dental es breve, sí es fuerte. Es decir, si un niño la padece es posible que rápidamente cambie ciertos hábitos alimenticios ya que algunas prácticas le producirán rechazo.
Por eso, es importante que, como padres, al más mínimo síntoma, pidas cita para que nuestro odontopediatra realice un diagnóstico correcto sobre lo que está ocurriendo. Por cierto, aquí tienes cuatro consejos para ayudaros a preparar la primera visita el dentista de tu hijo.
Consejos para evitar la sensibilidad dental de los más pequeños (y mayores)
- Usa pastas especiales para niños (poco abrasivas) y cepillos suaves. También, desde los seis años, es recomendable introducir el hilo dental.
- Vigilar la alimentación, en especial con el consumo de bebidas y comidas que tengan mucho contraste de temperatura o sean muy ácidas.
- Atajar malos hábitos como morder lápices, bolígrafos o juguetes (todo eso desgasta los dientes). También impedir que abran objetos con la boca porque, si se rompe o fractura un diente, eso les provocará sensibilidad dental.
Aun así, ¿el problema persiste? Pide tu cita y déjanos echarle un vistazo a la boca de hijo. Recuerda que estamos especializados en odontopediatría en León.
Estamos para ayudarte ;)